sábado, 27 de febrero de 2010

Meditacíon y testimonio para seguir trabajando con el corazón.

Continuando con la Apertura del Corazón...
Por Sandra Román ARGENTINA
La noche del 24/02 fue maravilloso sentir la presencia de tantos corazones luminosos conectados! En un momento, todos latiendo al mismo ritmo. Iluminando incluso aquellos corazones heridos que aún tienen temor de abrirse. La frase "madre" que sentí fue "lo contrario del amor no es el odio sino el miedo, y no hay nada que temer. El amor es todo lo que existe y es la sustancia de la cual estamos hech@s nosotr@s y todo el universo...!
Como algunas personas, al abrir el corazón, pueden haber sentido angustia, les envío esta meditación para continuar trabajando, si es posible, en forma diaria.
Es muy importante explorar y sanar nuestra angustias y dolores. Sacarlos fuera del corazón. Cuando sentimos angustia, nuestro corazón se cierra y siente como si estuviese solo en el mundo. Es muy importante repetir esta meditación bien seguido, hasta que esa angustia se diluya en el amor de la Gran Madre, Que todo lo Sana.
Con esta meditación, vamos a insistir hasta que las energías del amor disuelvan para siempre nuestras heridas que son las que provocan el miedo y el dolor. Ha llegado el momento de elegir un cambio positivo en nuestras vidas. Y ese cambio significa sanar nuestras adicciones al dolor y decidirnos de una vez por todas a ser felices, que bien lo merecemos...

MEDITACIÓN PARA CENTRAR Y ABRIR EL CORAZÓN
Siéntate cómodamente y permite que tu cuerpo se relaje, dejando ir todas las preocupaciones de tu vida cotidiana. Observa la respiración a medida u fluye dentro y fuera de tu nariz. Toma una inspiración profunda, llenando los pulmones y enfocando tu atención en el corazón. Sostiene la respiración y visualiza a tu chakra del corazón de un color verde esmeralda.
Toma otra inspiración profunda y visualiza un haz de luz moviéndose desde el chakra del corazón hacia abajo, a través de tu cuerpo, yendo hacia el chakra raíz, que es de color rojo y cuyo brillo se hace más y más intenso a medida que la energía se mueve a través de él. visualizas El haz de luz extendiéndose desde el chakra raíz o base a través de tus piernas y pies y a través del piso sobre el que estás sentada y se introduce en la tierra. Observa cómo desciende del modo más detallado que puedas, viendo cómo se introduce desde la superficie a través de las diferentes capas de tierra, piedras, barro y napas de agua, hasta llegar al centro de la tierra. Imagina su textura, peso y densidad a medida que el haz de energía pasa a través de él. Visualiza la energía pulsando mientras se mueve desde tu chakra del corazón hacia el centro de la tierra y, una vez allí, conectas el haz de luz con el corazón de la Madre Tierra y exhala.
Con la ayuda de la respiración y visualiza la energía regresando a lo largo del haz de luz, desde el centro del corazón de la Madre hacia arriba, pasando por todos los niveles y reingresando en tu cuerpo a través de tus pies y tu chakra base hasta llegar al corazón. Siente la energía de la tierra moviéndose hacia arriba y revitalizando el chakra del corazón, abriéndolo y permitiendo que la energía del alma se mueva dentro de él.
Ahora visualiza el haz de luz moviéndose desde tu corazón hacia arriba del cuerpo, pasando por cuello y cabeza hacia el chakra corona. Observa al haz de luz, expandiéndose en tu chakra corona, saliendo de él, ascendiendo e introduciéndose en el aire sobre tu cabeza, yendo hacia arriba y atravesando el techo. Obsérvalo viajar en el cielo, a través de las nubes y la atmósfera y hacia más arriba, en el profundo azul índigo del espacio. Observa cómo se mueve cruzando y atravesando el sistema solar, alejándose de la tierra y del sol. Visualízalo moviéndose a través de la galaxia y el universo, alcanzando la estrella brillante más lejana que puedas imaginar. Ella es tu Estrella Madre.
Observa la energía pulsando a lo largo del haz de luz mientras se mueve entre el chakra de tu corazón y el corazón de la Estrella Madre.
Visualiza la energía brillante regresando hacia ti desde tu Estrella Madre, a través del universo, cruzando nuevamente la galaxia hacia el sistema solar. Obsérvala pasando por los diferentes planetas hasta divisar el Planeta Azul. Mírala introducirse en la atmósfera de la tierra, hacia el lugar donde estás sentada, ingresando por el techo del edificio de tu casa y de la habitación en la que estás, penetrando suavemente en el espacio arriba de tu cabeza , introduciéndose en tu chakra corona y desciendo al chakra del corazón.
Allí, observa cómo se mezclan las energías del corazón de la Madre Tierra y del corazón de la Estrella Madre, irradiándose desde tu corazón hacia el corazón de tus seres queridos, vecinos, amigos e incluso personas con las que mantengas algún conflicto o herida. Expande las energías del corazón hacia tu barrio, tu pueblo o ciudad, tu provincia, tu país, continente y más allá, hasta conectarte con el corazón de todos los seres que vivimos sobre la Madre Tierra.
Observa la red de luz, como una telaraña luminosa y descansa en la certeza de que todas las personas somos UNA.

Sandra Román
Sacerdotisa de Avalon, Sacerdotisa de la Diosa

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